Historia del Cartel en el siglo XIX
octubre 15, 2020El Carte
El Cartel o Póster, pliego de papel, de gran formato, impreso con anuncios o avisos, producido de
forma masiva para su exhibición en público. Por lo general, se componen de una imagen a
color y un breve texto o una marca identificativa. Normalmente, tienen fines comerciales —
anunciar productos o publicar acontecimientos—, pero también pueden ser recomendaciones
de educación pública, instrumentos de propaganda o meras obras de arte sin un mensaje
particular.
Los carteles nacieron en el siglo XV con la invención de la imprenta. Los primeros, que
generalmente no iban ilustrados, daban aviso de proclamaciones reales, decretos municipales,
ferias y mercados y, en algunos casos, anunciaban libros. En los siglos siguientes a veces
estaban ilustrados con pequeños grabados a fibra, pero su producción no era fácil por lo que
no eran muy comunes. Los pósteres no empezaron a tener su aspecto actual hasta el siglo.
Hacia 1800 se produjeron dos acontecimientos que dieron lugar a la era moderna del cartel.
- Uno de ellos fue el inicio de la industrialización a gran escala, que generó la necesidad deuna publicidad extensiva.
- El otro fue el invento, en 1798, de un nuevo método de impresión, la litografía, que hacía mucho más fácil la ilustración de carteles en color. El auge de la producción de pósteres tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XIX.
Esto ayudo a que se usaran para anunciar una amplia gama de productos y de servicios. También aparecieron los primeros carteles teatrales, generalmente con ilustraciones realistas de escenas de las obras, óperas o espectáculos que anunciaban.
Casi todos estos pósteres eran prosaicos y sencillos. En 1867, el francés Jules Chéret realizó un cartel anunciador de una representación teatral a cargo de Sarah Bernhardt y a partir de ese momento el arte del cartel empezó a hacer gala de todas sus posibilidades. Chéret fue el primer artista moderno de carteles y revolucionó su apariencia dando el papel preponderante a la ilustración, que hasta entonces estaba subordinada al texto, y dejando para éste una función explicativa, relativamente menos importante. También partía de ilustrar directamente el texto.
Este en lugar de escenas realistas dibujaba figuras idealizadas, realzando su belleza, vitalidad y movimiento. Se especializó en carteles de teatro, de los que hizo alrededor de 1.000; uno de os más característicos es una muchacha, llena de frunces y de volantes, bailando el cancán sobre un fondo diáfano color pastel. El texto era mínimo, unas pocas palabras anunciando el nombre del teatro y la representación.
Cartelistas
Jules Cheret (1836-1933) fue el precursor del cartel moderno. Aporto numerosas novedades, introdujo el cartel visual, dejando de lado los carteles tipográficos con escasas ilustraciones y evolucionar a la litografía inglesa a color que en ese momento presentaba un mayor adelanto tecnológico. En la década de 1880 utilizó una línea negra combinada con los colores primarios; rojo, amarillo y azul consiguiendo una importante vitalidad gráfica de efectos y colores brillantes de composición informal. Sus aportaciones artísticas fueron una belleza idealizada y el estilo de vida alegre expresando energía y movimiento. Cheret consiguió crear una rama nueva en el arte que promovía la imprenta y la publicidad de productos y espectáculos, aportando al desarrollo del comercio y la industria.
Eugene Grasset (1845-1917) publicó L’Histoire des quatre fils Aymon en 1883, introduciendo grandes logros para el diseño gráfico. El libro estaba diseñado e ilustrado por él. Para ello se valió de un proceso de foto relieve a color. Aportó interesantes ideas que rápidamente fueron asimiladas como integrar ilustración y texto como unidad y añadir ribetes decorativos que enmarquen los contenidos. Realizó otro tipo de trabajos como encargos de carteles que mostraban a chicas esbeltas y altas para anuncios de chocolates o cervezas. Su estilo se caracteriza por dibujos de contornos negros gruesos con fondos a color.
Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) sentó nuevas bases en el diseño de carteles gracias al cartel La Goulue au Moulin Rouge de 1891 donde se ilustraba la vida nocturna de cabarets y burdeles de París (la belle epoque) que observó y dibujó este ambiente que le gustaba frecuentar. El cartel de Toulouse-Lautrec presentan superficies planas, siluetas de espectadores en penumbras, óvalos amarillos y ropa interior blanca de bailarinas de cancán. La popularización del grabado fue un factor definitivo para que su obra ejerciera un enorme impacto, no en vano su producción esta considerada como el el origen del cartel moderno publicitario. En muchas de sus composiciones son indudables los contactos y relaciones que Lautrec tuvo con el arte fin de siglo y litografías del Art Nouveau, como se aprecia en Jane Avril, Jardin de Paris (1893). Dejó una producción de más de trescientos carteles.
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